Casa Lurra: Un refugio austero y paradisiaco entre olivos en el Baix Ebre

Enclavada en el Baix Ebre, una región cercana a Tarragona, Casa Lurra es el resultado de la dedicación y creatividad de los arquitectos Araí Zanguitu y Mikel Muñoz, del Hodei Studio. En un entorno rústico y natural, decidieron establecer su base creativa, buscando no solo un espacio físico, sino un refugio que conectara con su esencia. Este proyecto, que se desarrolló durante la pandemia, simboliza un anhelo por regresar a lo simple y genuino.

El recorrido hacia la creación de este refugio comenzó cuando la pareja visitó diversas fincas con la esperanza de encontrar un campo de olivos adecuado. "Vimos muchas fincas, nos enamoramos de varias, casi compramos una, vino la pandemia, nos asustamos y después del susto llegó la calma y la certeza de que esto era lo que realmente queríamos en la vida", recordó Araí. Fue en 2020 cuando, al resguardarse bajo un gigantesco algarrobo, descubrieron una construcción típica de la región, caracterizada por su estructura de piedra que históricamente se utilizó para almacenar herramientas o como espacio de esparcimiento familiar.

Casa Lurra presenta un diseño que se fusiona armónicamente con el entorno, sin lujos innecesarios. La falta de conexión wifi y calefacción ha sido una decisión intencional, promoviendo así una desconexión real del mundo moderno y un acercamiento a la naturaleza. Además, el baño está enterrado, lo que añade un elemento de ingenio arquitectónico que busca preservar la estética del refugio. La estructura cuenta con doble altura y dos acogedoras habitaciones, ideales para quienes buscan un escape del bullicio cotidiano.

Este rincón de tranquilidad no solo se erige como un refugio físico, sino que también invita a la reflexión sobre el estilo de vida contemporáneo. ¿Nos hemos alejado demasiado de lo esencial? Casa Lurra se posiciona como un recordatorio de que, a veces, es en la simplicidad donde encontramos la verdadera paz y conexión con el mundo que nos rodea.

La obra de Zanguitu y Muñoz no solo es un hogar, sino un manifiesto sobre cómo podemos redescubrir y valorar la naturaleza, los espacios sencillos y la comunicación auténtica en un mundo cada vez más digitalizado. Como señaló Araí, "nuestro objetivo es crear un espacio que invite a la gente a reconectarse con su esencia".

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