Los humanos, más lentos en sanar: un estudio revela la diferencia con otros mamíferos

Un reciente estudio ha revelado que los seres humanos presentan un tiempo de curación de heridas significativamente más prolongado en comparación con otros mamíferos. Publicado en la revista *Proceedings of the Royal Society B*, este trabajo indica que las heridas humanas tardan más del doble en sanar en comparación con primates y roedores.

A medida que exploramos el vasto reino del mundo natural, es evidente que la capacidad para cicatrizar rápidamente es esencial para la supervivencia. Muchas especies han desarrollado notables adaptaciones para acelerar este proceso. Por ejemplo, el ajolote mexicano tiene la asombrosa habilidad de regenerar extremidades completas, incluidos huesos, músculos y nervios, en pocas semanas. De manera similar, el sauce se destaca por su habilidad para cubrir rápidamente sus heridas y crecer con vigor sobre ellas, ocultando cualquier cicatriz que pudiera haber quedado.

Sin embargo, la situación es diferente para los humanos. El estudio señala que la pérdida de pelaje que experimentaron nuestros ancestros hace millones de años podría estar detrás de esta desaceleración en el proceso de cicatrización. Mientras que otros mamíferos han mantenido una mayor eficiencia en este aspecto, los humanos enfrentan un tiempo de recuperación considerablemente más largo.

Este hallazgo subraya la importancia de entender cómo factores evolutivos pueden influir en nuestra biología actual. La investigación no solo proporciona respuestas sobre nuestro proceso de cicatrización, sino que también plantea preguntas sobre la importancia del pelaje y otras características físicas en la evolución de nuestra especie.

En un mundo donde la rapidez en la recuperación puede ser crucial, este estudio nos invita a reflexionar sobre cómo nuestros propios cuerpos han sido moldeados a lo largo del tiempo y cómo seguimos adaptándonos a nuestro entorno. La investigación continúa, y es imprescindible que estemos abiertos a explorar la complejidad de nuestro ser y el impacto de la evolución en nuestra salud.

Para más información sobre este estudio, puedes consultar el artículo completo en la revista *Proceedings of the Royal Society B*.